El partido “histórico” en el extranjero que Colo Colo y la U no jugaron


Era la primera mitad de la década del 2000. Rojo y Mekano se tomaban la TV. También los concursos vía SMS que ocupaban gran parte de la pantalla. Literalmente gran parte de la pantalla. Eran los mismos mensajitos que llenaban cada transmisión del fútbol amistoso por Mega, pero por sobre todo por TVN. El clásico Colo Colo – Universidad de Chile se jugaba casi una vez al mes. Ambos equipos estaban en problemas económicos y necesitaban recaudar. Los albos conviviendo con la quiebra y la U en vías de. El Grupo Pegaso, un conglomerado mexicano dueño de una telefonía, además de hoteles, bancos y radios, había venido a “dar una mano”. Lo hizo a nombre de su filial Grupo Mercom, a cargo de Jorge Barrera. Tenían presencia en Perú y Chile. Terminaron sacando y poniendo jugadores a destajo. Así por ejemplo se forjó la llegada de Faustino Asprilla, y el arribo de una decena de jugadores al Atlante y Jaguares de Chiapas desde el fútbol nacional.

El fundador del Grupo Pegaso, Alejandro Burillo Azcárraga, estuvo metido desde siempre en el fútbol mediante el Grupo Televisa. Hincha del Atlante, había puesto al equipo a la altura del América y el Necaxa, los dos clubes de la televisora. En 1996 se “independizó” y formó el Grupo Pegaso. Desde ahí saltó a la directiva de las selecciones mexicanas, y creó una empresa para confeccionar la camiseta del Tri en el Mundial de Francia 98: Aba Sport.

A inicios del 2000 se hizo de los equipos de Veracruz, el Irapuato y los Tiburones Rojos, conocido por todos simplemente como Veracruz. Con el Irapuato en primera división, cuando los Tiburores Rojos ascendieron en 2002, fueron ellos los que se quedaron con la plaza de la ciudad en la máxima categoría, mientras que la franquicia del Irapuato se fue a Chiapas con el nombre de Jaguares. Toda una apuesta, la que duró un poco más de una década con la desaparición en 2017 del equipo que tiene como máximo referente a Ismael Fuentes y como máximo goleador a Salvador Cabañas.

En 2003 el Grupo Pegaso estaba a full, en Chile y en México. Desde tierras nacionales el Jaguares se llevaría a Jorge Garcés, Joel Soto y Silvio Fernández de Wanderers. A Salvador Cabañas de Audax Italiano, a Fernando Martel desde Cobreloa. Luego a Manuel Neira e Ismael Fuentes desde Colo Colo. Más adelante sería Cristián Álvarez y, ya con otros dueños, Isaac Díaz y Gato Silva quienes probarían suerte en el peligroso Chiapas. Atlante, por su parte, se hizo con los servicios de Cristián Pistola Flores en 2001, de Chamagol González en 2002, y pronto haría lo mismo con Fabián Estay, Patricio Galaz y el mismo Martel. También intentarían fallidamente con Arturo Sanhueza, y con Francisco Huaiquipán, a quien adquirieron, pero terminaron mandándolo a préstamo a los Potros Neza. Plata y jugadores que iban y venían, todos del Grupo Pegaso.

En la intertemporada de 2003 fue la cumbre de los equipos del conglomerado. Fue en Tuxtla Gutiérrez, en México, la sede del Jaguares. Ahí, en julio de ese año, se disputó la Copa Chiapas. Colo Colo y Universidad de Chile, ya sin Iván Zamorano y Faustino Asprilla, irían desde Chile, mientras que los Jaguares y el Atlante representarían a México. Sería un cuadrangular, donde los dos primeros disputarían la final y los dos de abajo jugarían por el tercer y cuarto lugar.  Los equipos del mismo país no jugarían entre ellos en la fase regular. No había un Colo Colo y Universidad de Chile en el extranjero asegurado.

Hubiera sido la primera vez. Porque nunca han jugado un amistoso en el extranjero, como tampoco nunca, hasta este 26 de septiembre en Rancagua, habían jugado un partido de campeonato nacional fuera de Santiago, solo en Copa Chile, en La Serena y Temuco. Aquel 2003, en Chiapas, los clubes chilenos tuvieron magras presentaciones. El mayor ganador fue Claudio Bravo, quien se quedó con la titularidad tras el paso de Johnny Walker por el club, quien había llegado de emergencia por Eduardo Lobos. Fue en México cuando por primera vez el capitán de la Roja se sintió el arquero estelar de Colo Colo.

En la primera fecha, el 22 de julio de 2003, Atlante goleó 3-0 a la U con goles de Luis Gabriel Rey, Santiago Baños y Andrés Carevic, mientras que Colo Colo empató 0-0 con los Jaguares. En la segunda fecha, dos días después, Colo Colo volvió a empatar, esta vez 1-1 con Atlante, con goles de Santiago Baños y Braulio Leal, mientras que los azules de Víctor Hugo Castañeda cayeron 3-2 con tantos de Sergio Almaguer, Gilberto Mora y Salvador Cabañas para los aztecas, y de Renzo Yáñez y Diego Rivarola para la U. La tabla de posiciones estaba cerrada. Atlante y Jaguares con cuatro puntos, Colo Colo con 2 y la U con cero. Correspondía el primer superclásico de la historia en el extranjero para definir el tercer y cuarto lugar. Nunca se jugó.

Poco previsor el Grupo Pegaso. Al no haber un chileno disputando el título, decidieron prescindir del superclásico chileno debido a la cercanía del inicio del Torneo Clausura 2003 en Chile. Una decisión sensata en ese momento, pero suspendiendo un partido que pudo ser histórico, un duelo que hasta hoy no se ha dado fuera de Chile, salvo los de viejas glorias. Como dato, la Copa sería para Jaguares, que derrotó 4-1 a los Potros, con doblete de Salvador Cabañas.

Colo Colo se vendría desde México con su nuevo refuerzo Silvio Fernández para el Clausura 2003 y dejando listo a Joel Soto para el Apertura 2004. Como ellos, varios nombres pasaron de club en club del Grupo Pegaso, tanto en Chile, como en México, o desde Sudamérica a Norteamérica y viceversa. Llegaron a tener mucho poder en Chile, pero el veranito de San Juan se acabó junto con la primera década del Siglo, cuando vendieron Jaguares al Grupo Salinas y el Atlante inició su caída. También se alejaron de los clubes nacionales. Ese sitial sería ahora para el Grupo Pachuca, y la apertura de los representantes metidos bien adentro en los clubes nacionales, hasta en la Roja. La puerta estaba abierta desde inicios del 2000. Se abrió con la fuerza de Pegaso.

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