El inolvidable viaje de Colo Colo a Cuba en 1995

Inolvidable para ellos, para los que fueron. Muchos hinchas ni siquiera lo recuerdan. Eso que hasta hubo prensa nacional que siguió esa intertemporada en plena Copa América Uruguay 1995. El viaje terminó un 16 de julio. Había empezado una semana antes, un 9 de julio, con los jugadores llegando con traje y corbata al Aeropuerto José Martí de La Habana. Ahí no solo los esperaba una delegación oficial del Gobierno de Fidel Castro, sino que unos 40 grados de calor que los tiraban como con secador de pelo. “Y nosotros con terno”, recuerdan los protagonistas.

Ese viaje es inolvidable. Inolvidable para Luis Mena, quien con 15 años integró por primera vez un plantel adulto de Colo Colo, pese a que debutó recién a fines de 1996 ante Cobreloa en Calama. Lucho era parte de una extensa delegación invitada por Cuba para fortalecer lazos deportivos con Chile. Estaba Hugo Rubio, Pedro Reyes, Fernando Vergara, Luis Barbat, Agustín Salvatierra, Mauricio Illesca, Leonel Herrera, Miguel Ángel Acosta, Marcelo Vega. Pero también Francisco Arrué, Manuel Neira, Frank Lobos, David Henríquez, Héctor Tapia y Dion Valle, el otro rubio junto a Mena en La Habana, ciudad en la que en 1927 ya había estado Colo Colo en una gira. La primera en la historia de los albos.

Otro connotado en ese 1995 en el Caribe fue Claudio Palma, por entonces de 26 años y profesional de Radio Portales. Seguidor de Magallanes (?), pero invitado por el mismísimo Jorge Vergara para acompañar a la delegación que dirigía Gustavo Benítez, Rogelio Delgado y Roberto Paredes. Se alojaron en el Hotel TropiCoco, a la salida de La Habana, y más enfocado en recibir locales que extranjeros, los que prefieren La Habana Vieja, Varadero o Trinidad. Ahí, entre tanto cubano admirador de la noche, el ron y el baile, se concentraba Colo Colo.

Mena, con 15 años, compartía habitación con Hugo Rubio, quien acababa de cumplir 35. La camiseta 7 del Pájaro había sido la primera camiseta que el defensor tuvo de Colo Colo. Era la mítica 7 con la que le anotó el gol en la final a Palestino en 1986 y dio la vuelta olímpica en el Estadio Nacional. “Hugo me saludaba elongando. Me hablaba y elongaba, se despertaba y elongaba. Después jugué con sus hijos Eduardo y Diego y hacían lo mismo”, contaba el excapitán albo, a quien le faltaban tres años para ser mayor de edad, mientras que el resto podía gozar de una que otra cerveza Bucanero, o un Cuba Libre con Havana Club. Pero suavecito, eso sí.

Eso en el Hotel, porque también lo pudieron hacer en las playas del Este de La Habana. Un día Gustavo Benítez les dio tres horas libre y lo aprovecharon a full. Tomaron una guagua (micro) de la empresa Viaje Azul y llegaron al paraíso. Música sonando en vivo, mar calipso, arena blanca, un buen refrigerio. Sí, también mucho bikini. La historia dice que ese día se enamoró Claudio Palma de una cubana. Está escrito, solo replico. Tal enamoramiento, que incluso se negó a una invitación para relatar en la mítica Radio Rebelde, creada por el Che Guevara en la Sierra Maestra. Andar de la mano con una cubana por La Habana era más fuerte.

El partido que no quiso relatar se jugó finalmente un 14 de julio en el estadio Pedro Marrero de La Habana ante la Selección de Cuba. Fue triunfo 2-1 de Colo Colo con goles de Marcelo Vega a los 20 minutos y de Hugo Rubio a los 24. Descontó el local Osmín Hernández a los 39 minutos, todo en el primer tiempo. Ni hablar de fotos del partido que se suspendió varias veces por lluvia, solo la que acompaña esta nota. Mejor. Algunos como Claudio Palma querían poca evidencia gráfica. El duelo se escuchó en Chile por la Chispa del Deporte de Radio Chilena, relatado por un cubano.

La semana que Colo Colo estuvo en Cuba entrenó en el Parque de los Atletas Cubanos. Por esos años los albos cobraban 250 mil dólares por amistoso en el extranjero. Eso ganaron ese 95 con los partidos ante Nacional en Uruguay, Alianza Lima en Perú o Bolívar en La Paz. Al Estado Cubano no le cobraron nada como agradecimiento por la hospitalidad. Es que lo comido y lo bailado… Aunque recuerda Mena que comida había poca, por tratarse de un hotel “muy local”. Aah, pero en Varadero.

Tras la intertemporada vino a Chile el preparador físico Héctor Vásquez para trabajar con Colo Colo, profesional de priimer nivel. También se vendría a Santiago el médico deportólogo Rafael Gutiérrez en 1998 gracias a la cercanía que tuvo con Gustavo Benítez. Se habían fortalecidos lazos gracias al énfasis que el Gobierno de Cuba le entrega al deporte. Colo Colo estuvo ahí. Y Claudio Palma también.