El gol de Pepe Castro cuando no existía Twitter

El fútbol chileno de fines de los 80 y comienzos de los 90 tenía “cositas”. Los torneos terminaban a principio del año siguiente y algunas veces, como el 93, comenzaban cerca de junio. Equipos chilenos eran protagonistas en la Copa Libertadores y llegaban muchos jugadores de primer nivel. Por la Don Balón y la Minuto 90 pasaron seleccionados argentinos (Vásquez, Gorosito, Acosta), bolivianos (Melgar, Castillo, Etcheverry, Álvaro Peña), uruguayos (Fracchia y José Enrique Peña), paraguayos (Cardozo), peruanos (Del Solar y Barco), ecuatorianos (Eduardo Hurtado), entre otros.

También llegaban viejas glorias que acá la rompían: Pautasso, Delgado, Trobbiani, Bocha Ponce y Carlos Daniel Tapia, por nombrar algunos y omitiendo intencionalmente a Borghi, que todavía le quedaban varios años.

Dentro de este último grupo llegó José Antonio “Pepe” Castro. Un argentino, flaco, de medias abajo, pero rápido como él solo. Había jugado con Argentina la Copa América de 1979 e integrado el mejor Argentinos Juniors de todos los tiempos, bicampeón nacional en 1984 y 1985, campeón de Copa Libertadores en 1985 tras vencer a América de Cali, subcampeón de la Copa Intercontinental 1985 tras igualar con la Juventus de Italia 2:2 (gol incluido de Castro) y caer en lanzamientos penales. Además consiguió el título de la Copa Interamericana 1986 al derrotar 1:0 a Defence Force de Trinidad y Tobago. Así es. Le había hecho un gol a Juventus de Platini en una final intercontinental.

En 1991, con 36 años, y tras pasar por Vélez, Independiente, Unión Santa Fe y San Lorenzo, llegó a la U en la transición entre su paso por la B y la llegada de Orozco en 1992 con Vargas, Delgado, Guevara, Castañeda y Cofré.

Un 11 de mayo de 1991, por la tercera fecha del Torneo Nacional, hizo su presentación grande en sociedad. En una cómoda goleada por 6-0 a Palestino en Santa Laura (Walter Fernández, Carlos Morales Santos, Mariano Puyol, Cristian Mora y dos de Castro), la exgloria argentina fue a pelear un pelotazo largo de Eduardo Mocho Gómez. El meta Arturo Palma, ya entregado a la goleada, salió a cortar el pase largo sin mucha convicción. No solo no la controló, sino que se la dejó servida al “Pepe” para que se vaya en dirección al arco. Con tanto espacio y tiempo, y con una defensa que ya no quería más guerra, el argentino se agachó en la línea de gol e introdujo el balón con la cabeza. Ese gol contó como “de cabeza” dentro de los 11 goles oficiales que Castro hizo en 27 partidos por los azules.

En los noticieros, Carcuro, Martínez, Millas y Ortún solo vieron como algo “anecdótico, gracioso”. En Show de Goles, Hernán Camacho y Gustavo Praderas entraron en discusión, pero casi por chacotear. En ese tiempo no había Twitter, nada era tan terrible.