El día que Los Reyes Magos llegaron sin regalo

Seis de enero, día de Reyes Magos. Los “Reyes Magos”, así le decían al trío de conductores del Chile de Nelson Acosta en la última fecha de las Clasificatorias rumbo a Alemania 2006. Clasificatorias en donde pese a todos los malos resultados del proceso, aún podíamos  clasificar en la fecha 18 si es que Uruguay no le ganaba a Argentina en Montevideo y que Colombia no venciera a Paraguay en Asunción. Para eso, Chile debía derrotar al clasificado Ecuador un 12 de octubre de 2005 en el Estadio Nacional. Tres resultados que parecían lógicos. 

Una fecha antes frente a Colombia en Barranquilla, en el partido que da inicio al documental Ojos Rojos, la Roja de Don Nelson se había farreado la opción de llegar con mayores chances a la última fecha. Un tanto de Ricardo Rojas, pero un festival de goles errados abajo del arco dejaron a la selección chilena con el corazón y la calculadora en la mano. 

Ese duelo en Colombia catapultó a Claudio Bravo al arco nacional, pero también confirmó que ni el suspendido Mauricio Pinilla ni el lesionado Eduardo Rubio iban a estar en la última fecha en Santiago. En la nómina quedaba Reinaldo Navia, Humberto Suazo, y un quinteto de conductores: Pizarro, Mirosevic, Valdivia, Fernández y Jiménez. A falta de delanteros, buenos serían los Magos,

En la previa fueron muchas las especulaciones. Pizarro de contención, Jiménez de delantero, Valdivia y el Mati de conductores era la fórmula de la que más se hablaba. Fernández era la gran duda, pero Pizarro, Valdivia y Jiménez tenían camiseta asegurada, faltaba conocer sus posiciones. Los “Reyes Magos” le puso la prensa, en época donde uno que otro en Valparaíso llamaba “Mágico” a Pizarro por tomar la posta de Jorge Mágico Pérez en Wanderers 1997. Para el resto, era el Fantasista. En Italia, el “Enano de la Providencia”.

Finalmente Nelson Acosta se decantó por Maldonado y Meléndez en la contención, Pizarro y Valdivia en la creación, y Jiménez con Navia en la ofensiva. Ninguno de los Magos tuvo demasiado protagonismo. Navia estuvo cerca al principio, y el debutante audino Humberto Suazo al final. Los ingresos de Matías Fernández y Milovan Mirosevic tampoco sirvieron para romper el 0-0 ante un Ecuador que vino a Chile a celebrar su último día juntos antes de reencontrarse en 2006 con la mira en Alemania.

El apodo de los “Reyes Magos” había estado al nivel del “Ataque Z-Z” de Zambrano y Zamorano que no pudo ante Perú en la Copa América 1993, y muy lejos de los “Za-Sa” que nos llevó a Francia 98. Un partido opaco, donde Chile no pudo hacer lo mínimo que necesitaba para aspirar a una clasificación. Para no quedar tan picados, Uruguay venció a Argentina de local, y Colombia a Paraguay como visitante. No había por dónde. 

Chile salió séptimo y la rabia en el Nacional era con Juvenal Olmos, el DT que inició las Clasificatorias. “Olmos, conch….., por tu culpa no vamos al Mundial”, cantaba ese día el estadio lleno, que no se enteraba que en ese mismo momento uno de los “Reyes Magos”, David Pizarro, se retiraba de la Roja ante los micrófonos, claro que con elástico. 

Al menos el vuelito de la ilusión hasta el último partido le sirvió a Nelson Acosta para renovar hasta la Copa América 2007, antes del desembarco de Marcelo Bielsa post Puerto Ordazo. Otro Mago había sacado jamones y mermeladas del sombrero.