El día que la Roja también vio la muerte de cerca

“Está muerto, está muerto”, gritaron algunos esa noche. En el Hotel Mykonos de Paysandú, y también en un Casino a pocas cuadras de esa ciudad uruguaya. A las 21:45 horas de un 13 de julio de 1995 se había rotó la tranquilidad de la cena de la delegación de la Selección Chilena que participaba en la Copa América. El DT Xavier Azkargorta había caído desmayado. Segundos antes el utilero Javier Riquelme lo había visto ido, pestañeando rápido, con la vista en cualquier lado. El Vasco estaba desvanecido en el comedor del hotel.

Fernando Yáñez, histórico médico de la Roja, afortunadamente estaba cerca. Afortunadamente también era cardiólogo y pudo actuar rápido tras la caída del entrenador que en ese entonces tenía 42 años. Las corridas y los gritos se multiplicaron en el Hotel. Ya era tarde, los enviados especiales estaban dispersos en la pequeña ciudad uruguaya. Bueno, ni tan dispersos. La mayoría estaba en el Casino. Hubo un reportero gráfico que se enteró y llevó la noticia a los colegas. “No sabemos si está vivo o muerto”, eran las primeras informaciones. Locura. Especulaciones para allá y para acá.

La salida del Hotel Mykonos era un desorden total. Al DT lo habían llevado entre seis a la puerta de entrada. Uno de ellos era el utilero Javier Riquelme. Afuera, ambulancias y taxis salían con periodistas y miembros de la delegación chilena hasta un Centro de Salud. La Roja estaba casi eliminada del certamen. Había perdido con Estados Unidos y Argentina, y debía golear a Bolivia el día después para tener chances como mejores terceros. Todo eso pasaba a segundo plano. El líder del equipo se debatía entre la vida y la muerte. A menos eso se decía ahí, con la adrenalina a mil.

Periodistas y fotógrafos llegaron rápido hasta el Sanatorio Modelo de Paysandú, una ciudad que se recorría en poco tiempo. Los gráficos Marcos Muga y Ariel Morales, ambos del grupo Copesa, pero uno para La Tercera y otro para La Cuarta, necesitaban una foto del Vasco en medio del desorden. El periodista Andrés Alburquerque ya había avisado a Chile para que “pararan las prensas”, mientras que en el Hospital planeaban la instantánea para la nota. Los reporteros rompieron a propósito una mampara, lo que hizo que la camilla con el Bigotón se detuviera algunos segundos. Lente y foto de Azkargorta en la camilla. Luego, negociaciaciones con la policía uruguaya para no ir detenidos por daños en el Hospital.

Afortunadamente el Vasco ya había llegado estabilizado al Sanatorio. El cardiólogo Fernando Yáñez, en su primer diagnóstico, adujo el desmayo del DT al exceso de tensiones que venía atravesando en la banca de Chile. Tensiones que habían empezado en ese 6-0 en contra con Perú en un amistoso, y que derivaba en el 4-0 en contra con Argentina pocas horas atrás. “Descompensación por alza de presión. Accidente vascular con pérdida de conciencia parcial”. Posteriormente se supo que Azkargorta no recordaba nada de aquella noche y que desde temprano estaba sufriendo trastornos al hablar. Un ataque.

Al día siguiente, la Roja, con Ignacio Prieto en la banca, salió a ganar por el Vasco. Ivo Basay dejó a Chile 2-0 ante los bolivianos, y se ilusionaba con hacer una diferencia de gol que ilusionara. Pero no. Fue 2-2 final en una Copa América para el olvido en un grupo con Argentina y Bolivia, los dos primeros rivales de esta Copa América 2021. A no pasar sustos.