El Convidado de Piedra: El título danés que se mezcló con la muerte

Para nosotros, los futboleros, la frase “El Convidado de Piedra” está más relacionada a la participación de Dinamarca en la Eurocopa 92 que a una historia de la literatura española. “Entró por la ventana y salió al balcón”, tituló El Gráfico en Argentina. Es una de las más grandes proezas del fútbol mundial, con ribetes que daban para película. Y sí, se hizo. Se llama “Verano del 92” y está en Netflix.

Dinamarca, del cuestionado DT Richard Moller Nielsen, había quedado fuera de los 8 clasificados a la Eurocopa de Suecia 1992. Estaba en el grupo de Yugoslavia, uno de los favoritos para consagrarse en el torneo continental. Su base era el Estrella Roja que había vencido a Colo Colo en la Copa Intercontinental de 1991, más otros que ya andaban dando vuelta en Europa. Yugoslavia había clasificado por un punto sobre Dinamarca, quien no había contado en gran parte del proceso con Michael y Brian Laudrup por desavenencias con el defensivo entrenador

Diez días antes de iniciarse el torneo en Suecia, la organización del certamen excluyó a Yugoslavia de la Euro como parte de las sanciones internacionales que caían sobre ellos por la Guerra de los Balcanes. La UEFA, por su lado, pedía por la participación de los yugoslavos, pero sin los jugadores de la naciente Croacia. La idea no fructificó y el reemplazante debía salir del grupo donde compitieron los Pancev, Mihajlovic, Boban, Savicevic, Prosnecki, entre otros. Ese país debía ser Dinamarca, de buenos años 80, pero ya de capa caída.

El DT tuvo 10 días para armar el equipo. El portero Peter Schmeichel, quien se había ido en 1991 al Manchester United, sería uno de los líderes. De los Laudrup solo pudo convencer a Brian, por esos años suplente del Bayern Munich. Michael, el Gran Danés, se mantuvo en su postura de no ir. La mayoría de los jugadores estaba de vacaciones, disfrutando del verano europeo tras la extenuante temporada 1991-1992. Ni dudaron en tomar sus maletas e ir a Suecia a defender a su país. Estarían, entre otros, el capitán Lars Olsen, Henrik Andersen, de grave lesión en semis, Kim Christofte, y el bigotón Kim Vilfort, el otro gran protagonista de esta historia.

Es que la eliminación de Dinamarca se sumaba a la pena de Vilfort por tener a su hija Line con leucemia. El llamado del DT para ir a competir en lugar de Yugoslavia le llegó en el momento en que los doctores le contaban que la salud de la niña mejoraba. Tenía seis años, la misma de Kasper Schmeichel, hijo de Peter, su compañero por largos años en el Brondby.

Vilfort y el plantel se entrenaron poco y nada en los diez días que les dio la UEFA. La liga dansea, apretada de fechas por el invierno, no paró, sumado a los improvisados viajes de los jugadores desde sus lugares de vacaciones. Ya en Suecia se instalaron en un humilde Hotel. Era lo que encontraron a última hora para una delegación de 30 personas. Caerían en el grupo de Inglaterra, Francia y el local Suecia. Con Yugoslavia era un grupo de la muerte, pero con Dinamarca bajaba un par de peldaños. Por el otro lado iban Países Bajos, Alemania, Escocia y el CEI, Comunidad de Estados Independientes después de la disolución de la Unión Soviética en 1991. Otro nombre, pero mismos jugadores.

El debut fue empate con Inglaterra y luego derrota con Suecia. Tras ese duelo a Kim Vilfort le avisaron que la salud de su hija había empeorado. El mediocampista agarró sus cosas y volvió a Dinamarca. Daba por hecho que solo quedaría el partido con Francia, por cumplir. El DT lo dejó volver, pero lo comprometió a regresar si se vencía a los franceses de Blanc, Cantoná, Papin, Deschamps, Desailly y Luis Fernandes. Kim Vilfort aceptó el trato, pero sabía que ese triunfo no iba a suceder.

La combinación de resultados, con victoria 2-1 a Francia, hizo que Dinamarca llegara a semifinales. Una nueva mejora de su hija, hizo que Kim Vilfort volviera a Suecia con la delegación. En semifinales se venía Holanda, último campeón de Europa en 1988. A Rud Gullit y Van Basten le habían sumado un joven Dennis Bergkamp. Fue 2-2 en los 90 minutos y triunfo en penales con contención de Peter Schmeichel a Van Basten. Kim Vilfort había convertido el suyo.

La final sería ante la Alemania campeón del Mundo de 1990. El mismo cuco de siempre. David ante Golliat más que nunca. Los alemanes habían vencido en semifinales al local Suecia, otro que había dejado en alto el fútbol nórdico. En 1994 repetiría en EEUU 1994. Esa final entre Dinamarca y Alemania fue el último partido que contó con el pase del defensor al arquero y que éste pudiera tomar el balón. Dinamarca abusó del recurso y en los JJOO de Barcelona 1992 se cambió la regla para siempre.

Claro, Dinamarca abusó porque le salió un gol tempranero. John Faxe Jensen había puesto el 1-0 a los 18 minutos. Había que aguantar los embates de Hassler, Effenberg, Riedle y Klinssman. Cuando parecía que llegaba el empate germano, fue el propio Kim Vilfort, un volante con poco gol, quien se disfrazó de héroe y puso en los 78 minutos el 2-0 definitivo en Gotemburgo, pero con su cabeza puesta en su hija en Dinamarca. Los daneses, los convidados de piedra, eran los campeones de la Euro 92. Y sin Michael Laudrup.

¿Qué pasó después? Además de cambiar el fútbol para siempre con la nueva regla del arquero, Brian Laudrup sería elegido Mejor Jugador del Torneo pese a un muy opaco inicio de torneo. Ningún danés estuvo entre los goleadores de la Euro. El DT Moller Nielsen fue elegido el Mejor DT del Mundo, pero no de Dinamarca. Los daneses jugarían dos Copa Confederaciones ante la Argentina. Una ante el campeón de la Copa América Chile 1991, pero ahora con Maradona. Otra en 1995 por el triunfo de la albiceleste en Ecuador 1993. ¿Lo trágico? Line Vilfort murió seis semanas después de la Euro 92 donde su padre fue el héroe, y que ella disfrutó aún con buena salud. Era la amiguita de Kasper Schmeichel, el arquero que ahora está en Cuartos de Final de la Euro 2020+1 con Dinamarca. Los daneses testigos del milagro de Christian Eriksen en el debut.