Coca Mendoza o Cafú: Las dos opciones para el Real Madrid

La foto que acompaña esta nota no es ninguna improvisación del momento. Los fotógrafos de América y el mundo que cubrían la Copa América Ecuador 1993 llegaron la noche del 21 de junio hasta el estadio Alejandro Serrano Aguilar de Cuenca con una sola misión. Debían obtener la foto de los dos laterales derechos que competían para tomar el relevo del veterano Chendo, Miguel Porlan, en el Real Madrid. 

Jugaban Brasil y Chile por la segunda fecha de la Copa América. Por Chile el lateral derecho sería Gabriel Coca Mendoza, campeón de la Copa Libertadores de América 1991 con Colo Colo, y por Brasil lo haría Cafú, Marcos Evangelista, bicampeón del continente con Sao Paulo en 1992 y 1993, claro que jugando como puntero derecho, metros más arriba de su silencioso compañero y amigo, Vitor. El suplente de Cafú en ese equipo de Tele Santana como extremo derecho era Caté, quien en 1996 llegaría a Universidad Católica.

Si bien Cafú jugaba más adelantado en su club, en la selección lo hacía de lateral derecho. Lo querían llevar de a poco para que se transformara en el sucesor de Jorginho, eterno marcador diestro del Scratch. Cafú se metía de a poco en el plantel de Carlos Alberto Parreira, y en la Copa América de 1993 sería titular. Finalmente seria campeón del mundo de 1994 y vicecampeón de América en Uruguay 1995 como suplente de Jorginho. Después de eso sí vendría un largo camino como titular indiscutido.

En 1993 en España todos hablaban de él. Sería casi seguro el lateral derecho del Real Madrid para la temporada 1993-1994 y su único obstáculo era el chileno Gabriel Mendoza, otro que en su selección jugaba de lateral en línea de 4, pero que tenía la vocación ofensiva en sus venas. En Colo Colo era lateral volante y hasta puntero. Eso le gustaba a Benito Floro, aunque en la capital española se desvivían por tener a Cafú. La negociaciones del presidente Ramón Mendoza con el Sao Paulo estaban muy avanzadas hasta la final de la Copa Libertadores de 1993 ante Universidad Católica. Tras eso en su club se dieron cuenta que Cafú no tenía precio, que iba a ser un monstruo del fútbol mundial, y que con 23 años aún podía darle un poco más al Sao Paulo antes de pagar el salto a Europa por un precio aún mayor. Además, tras el título ante la UC, en diciembre de 1993 debían ir otra vez por la Intercontinenal luego que en 1992 ya se la habían ganado al Barcelona de Cruyff con Vitor como buena figura de lateral derecho.

Mientras el 21 de junio de 1993 Chile y Brasil jugaban en Cuenca, en el Sao Paulo ya le tenían la propuesta al Real Madrid. Pedirían que les dejaran a Cafú hasta el 12 de diciembre, para jugar la Intercontinental ante el Milan de Fabio Capello, pero que podían ofrecerle a Vitor. En el Madrid, con tal de estrechar el contacto con el Sao Paulo, aceptarían la oferta, descartando el fichaje del Coca Mendoza. Cerrando lo de Vitor, tendrían la primera opción sobre Cafú seis meses después.

Lo de Gabriel Mendoza había sido solo un lindo sueño, mientras que lo de Vitor en diciembre de 1993 ya era una pesadilla e iba camino a convertirse en uno de los peores fichajes en la historia del Real Madrid. El titular seguiría siendo Chendo. En ese mismo diciembre Cafú era lateral y figura en la Intercontinental que el Sao Paulo le ganaría 3-2 al Milan. Otro bicampeonato para Cafú que decidía no irse al Real Madrid para ir por el tri con el Sao Paulo en la Libertadores 1994, estar más cerca de la selección brasileña y lograr ir a la Copa del Mundo de EEUU. Ya recién en diciembre, sin Intercontinental de por medio, aceptó la millonaria oferta del Zaragoza, convirtiéndose en el primer jugador que llegaba a ese equipo en un mercado invernal. 

En España no le fue tan bien, peleando el puesto con Belsué, lateral derecho de la selección española por ese entonces. Pronto partiría a jugar al Calcio donde sí se transformaría en leyenda. A su exequipo, Sao Paulo, en 1996 llegaría Gabriel Mendoza para jugar en la posición que había dejado vacante un año antes. Allá el Coca es rmás recordado por salvar a un preparador físico haciéndole respiración boca a boca tras la caída de un rayo, que por lo hecho en cancha en tierras brasileñas, hasta donde llegó con Manuel Neira. Luego en 1997 sí sería figura en México con los Tigres de Monterrey, siendo uno de los refundadores junto a Claudio Núñez del poderoso equipo que conocemos hoy. Éxito en el extranjero que se le negó en 1993 cuando el Real Madrid pensó en él.