A 14 años de tener al Mejor Jugador de América

Apareció con la camiseta 6 en 2003. Era la que había dejado el uruguayo Leonardo Ramos tras su decepcionante paso por los albos en el primer semestre de ese año. Con ese número anotó su primer gol como profesional ante Ovalle. Con cara de niño, y con solo 17 años, venció al meta Rodolfo Soto en la Presudamericana 2003, un 11 de julio.

Tras ese partido David Henríquez volvería al club para el Clausura, recuperando su camiseta número 4, obligando a Cristián Gómez a pasar a usar la 6, dejada por Ramos primero y Fernández después. Al Mati le darían la 26, desocupada desde inicios de temporada por la partida de Jorge Valdivia a la Universidad de Concepción. Todo eso con Jaime Pizarro en la banca.

El 2004 empezó a despegar de manera definitiva. Heredó la 14 de Gonzalo Pérez, un juvenil campeón en la quiebra, pero con escasas participaciones profesionales. Aún con Marcelo Espina activo, Matías Fernández empezó a emerger. Ya para el verano de 2005 era la gran figura de Chile en el Sudamericano Sub 20, junto a José Pedro Fuenzalida, Gonzalo Jara, Fernando Meneses, Nicolás Canales, Juan Gonzalo Lorca, entre otros.

Estuvo mucho tiempo concentrado con la Sub 20 que fue al Mundial 2005, pero igual ganó minutos y titularidad con Marcelo Espina y Ricardo Dabrowski en los torneos de 2004 y 2005. Su explosión definitiva fue con Claudio Borghi en 2006. Escudado por Sanhueza y Mélendez, con Fierro y Jerez por las orillas, con Suazo arriba, y haciendo dupla con Valdivia, fue de lo mejor del título del Apertura 2006. Para el Clausura le sacaron al Mago y le pusieron a Alexis. Ahí, como único conductor por atrás de dos delanteros mostró su mejor versión. 

Fueron seis meses mágicos, donde cada tiro libre era medio gol. Donde giraba y encaraba. Donde su fuerza de piernas servía para dejar y dejar rivales en el camino, para intentar con un derechazo desde cualquier parte de la cancha, para enganchar con la MatiRabona desafiando su fuerza de piernas. Si parecía que no se iba a lesionar nunca. Casi contemporáneo de Lionel Messi, íbamos a tener 10 para rato.

Con sus goles fue clave para vencer a Toluca en las semifinales de la Sudamericana, y también para derrotar a Puerto Montt en el Clausura. Su talento se diluyó en la final tras una gran marca del mexicano Jaime Correa del Pachuca. De todas formas, por ahí no pasó la derrota. Desconcentraciones defensivas imposibilitaron a Colo Colo de levantar su cuarta copa internacional. Ante Audax, en la otra final que importaba, Matías volvió a ser la figura. Su pase al Súper Villarreal de Manuel Pellegrini estaba consumado por seis millones de euros.

El 28 de diciembre de 2006 fue oficializado en el Submarino Amarillo y un día después logró su mayor distinción personal. Fue elegido el Mejor de América por el Diario El País, poniéndose a la altura de Elías Figueroa (tres veces) y Marcelo Salas, los otros dos ganadores chilenos hasta ese momento. Hace 14 años, y con 62 votos votos, venció a Rodrigo Palacio y Fernando Gago.

La carrera del Mati, hasta ese 29 de diciembre de 2006 era puro ascenso. Un 7 de enero de 2007 debutaba en Villarreal, a menos de 10 días de llegar, y con una mini pretemporada en enero del 2006. interrumpida con la Pre Libertadores ante Chivas. Disputando el Sudamericano Sub 20 en el verano del 2005 y el Mundial en el receso invernal. La sobrecarga y su puesto de mediapunta con un solo delantero atentaron contra su expedición española, pero ese es tema de otro análisis. Hoy recordamos el día que Chile tuvo a uno de los suyos como el Mejor Futbolista de América.