1998: Cuando a Concepción le salía todo

Es uno de los inicios de torneo más aplaudidos de las últimas décadas. No solo por los cuatro triunfos y un empate de visita, ante la U, en los primeros seis partidos, sino también por el sorprendente nivel de Deportes Concepción. Fueron solo 32 días de 1998, entre el 4 de abril y el 6 mayo, los que cautivaron a propios y extraños. Luego de eso vendría un largo receso por Francia 1998 y un baño de realidad.

A comienzos de ese año había llegado Óscar del Solar a hacerse cargo de la banca penquista. Era su debut como entrenador luego de 15 años como Preparador Físico de diferentes equipos chilenos y argentinos, algunos de esos muy recordados, como el propio Concepción de la Copa Libertadores 1991 o el Cobreloa de 1992 y 1993. Del Solar también había hecho carrera de PF en Argentina, país donde le picó el bicho de dirigir, logrando incluso un título con la Reserva de Lanús en la temporada 1995-1996.

En Argentina había conocido a Claudio Mele, desconocido arquero hasta ese entonces, pero que se transformó en el mejor portero de Chile en 1998. Una verdadera revelación que al poco tiempo partió a Cobreloa para jugar Copa Libertadores. Las primeras fechas, post Copa Chile, se las perdió y el titular fue Jaime Caro. Desde Calama Del Solar se llevó a Pedro Jaque, a quien conocía desde 1992 y que entre medio había tenido pasos por la selección chilena y el Morelia de México. Recién llegado lo designaría capitán del equipo por sobre otros pesos pesados del plantel, como Luis Chavarría, Luis Aravena o Luis Guajardo.

Del Solar sería el primer DT en darle continuidad a Mauricio Pozo como lateral derecho, después de muchos campeonatos pasando por varios puestos en el mediocampo de Magallanes, Concepción, la Unión y Rangers. A comienzos de los 90 lo situaban como el 10 del futuro. Pozo también partiría a Cobreloa en años donde los loínos peleaban cosas importantes y llegaría a la Roja como lateral derecho. Su suplente sería Darwin Pérez, otro que encontraría su puesto pegado la franja luego de haber comenzado como un habilidoso conductor. Además, el central Marco Bautista haría sus primeras armas y en el 2000 se iría a la UC, mientras que desde Temuco rescataban a Jorge Torres antes que empezara el torneo. Mauro Donoso y Leo Gutiérrez pelearían por el puesto de lateral izquierdo. También estaban los jóvenes Mauricio Suazo y Naldo Jeldres.

En el medio, además de los tres Luis, llegaría el argentino Néstor Zanatta, otra de las revelaciones de ese 1998. El ya fallecido exseleccionado Gustavo Poirrier también sería uno de los conductores, al igual que Rubén Darío Piaggio, un talentoso zurdo con pasos por Gimnasia de La Plata, Inter de Porto Alegre, Tigres de México, Huracán, entre otros, pero que en el Conce recién comenzó a jugar, y muy poco, tras la partida de un zurdo que en tan solo cuatro partidos se metió a todos en el bolsillo; Fabián Guevara.

El exUniversidad de Chile y Colo Colo, y cuyo pase pertenecía al Monterrey de México, volvía a jugar al fútbol profesional luego de un doping por marihuana y problemas con su club. En el equipo lila sería otra vez volante, como en sus inicios en Palestino y sus dos primeros años en los azules, y fue una de las buenas figuras del torneo chileno antes del receso por Francia 98. El zurdo le hizo un gol a la U en el Nacional y se adueñó del puesto de volante izquierdo. No fueron pocos los que lo pidieron para la selección en tiempos donde Nelson Acosta buscaba un suplente de Francisco Rojas, puesto que finalmente fue cubierto por Mauricio Aros, sin rodaje en la Roja.

El llamado que sí llegó fue desde México. Monterrey ahora sí lo quería y lo pidió de vuelta. El mercado mexicano otra vez se metía en el medio de las aspiraciones de un club chileno. Guevara se lesionaría y al final se vería obligado a retirarse ese mismo 1998 con 30 años recién cumplidos. Los cuatro grandes partidos en Concepción había sido lo último que hizo en su carrera.

En delantera, la dupla de Ramón Tapia y Cristián Montecinos encandiló. El Colorado jugó cinco partidos e hizo cuatro goles, mientras que el Pelao convirtió 5 goles en 6 encuentros. Mejor que eso, imposible. Ambos se irían, con solo seis fechas jugadas, al Cruz Azul Hidalgo de la segunda división mexicana, equipo contra el cual Concepción no pudo competir para quedarse con la halagada dupla. Otra vez el mercado mexicano…

El primer suplente del diestro Tapia y el zurdo Montecinos era Marcelo Jara, quien también llegó al gol en las primeras fechas. Para reemplazarlos, arribaron Juan Carlos Madrid, el hábil Ariel Bravo, con buenos pasos por Cobresal, Antofagasta y Palestino, además de los argentinos Alfredo Villegas y Gabriel Cela Ruggieri. También estaban los jóvenes Ricardo Ormeño y Alejandro Vrsalovic. La vara de Tapia y Montecinos había quedado demasiado alta. Salvo Madrid, quien hizo 10 goles, ninguno pudo superar los goles de Montecinos y Tapia. Bravo hizo tres, Jara aportó con dos, Villegas con dos y el resto con ninguno.

La campaña de esas seis fechas que se jugaron antes del Mundial fue 3-1 a Coquimbo en el Norte Chico, 3-0 a Iquique en el Norte Grande, 2-0 a Puerto Montt en Collao, derrota 2-0 con Rangers en Talca, triunfo 3-2 a Wanderers en Concepción, y empate 2-2 con la U en el Nacional. Todo eso entre el 4 de abril y el 6 de mayo. Líderes, enrachados y alabados antes del “parate mundialista”.

A la vuelta del Francia 1998, ya sin Guevara, Tapia y Montecinos, sostuvieron la buena campaña y la lucha por el liderato hasta iniciada la segunda rueda, pero tras eso el objetivo se transformó en no bajar del quinto lugar, posición con la cual clasificaban a la Liguilla para la Copa Libertadores. En ofensiva Zanatta y Madrid trataron de de llevarse el peso, mientras que Mele, Pozo, Jaque, Torres, Guajardo y Chavarría mantuvieron la regularidad. Colo Colo fue campéon y Concepción llegó a la Liguilla como el último clasificado, pero se enfrentaron a la U que era el primer sembrado. Se fueron rápidamente para la casa, pero con la satisfacción del deber cumplido luego de aguantar 24 fechas sin sus tres mejores figuras del inicio, las que hicieron ilusionarse al hincha de Concepción con el primer título de su historia. ¿Y qué hubiera pasado si seguían Guevara, Tapia y Montecinos?